Las espermatofitas (plantas que producen semillas) pueden propagarse a través de la siembra. Las semillas, tanto si se las compra en tiendas de jardinería o como si se las recolecta directamente de las plantas, deben ser manipuladas con mucho cuidado. Si le sobran muchas después de la siembra, guárdelas lejos del calor y la humedad hasta la temporada siguiente. El método de siembra dependerá de la variedad vegetal que quiera multiplicar. Dependiendo de las circunstancias, la siembra puede realizarse en la tierra, a cubierto o en semillero.

Algunas hortalizas como la zanahoria, el nabo, el canónigo y la acedera se propagan por siembra en tierra. Para ello, el suelo debe estar a una temperatura normal; un sol clemente y una brisa suave promueven el crecimiento de las plántulas. El primer paso es aflojar el suelo y rastrillar. Para facilitar la escarda a partir de entonces, es mejor sembrar en hileras. Para ello, cave surcos poco profundos, disperse las semillas y luego esparza una capa delgada de tierra sobre los surcos con el dorso de un rastrillo.

Cuando las plántulas hayan llegado a 3 cm de altura, proceda a una escarda rápida. Deje 25 cm entre cada surco de semillas de zanahoria, nabo, cebolla o canónigo, para obtener hortalizas maduras cada 5 cm en el mismo surco. Las semillas de espinaca y de guisantes se siembra en surcos espaciados de 25 a 40 cm, para cosechar espinacas espaciadas de 20 a 30 cm en una hilera. Para la siembra de judías enanas, las hileras deben estar separadas por 45 cm, ya que la distancia entre cada planta será sólo de 10 cm de distancia.

La ventaja de la siembra en semillero

Algunas hortalizas crecen mejor al abrigo del sol, y por eso es mejor sembrarlas en semillero. Efectivamente, un medio ambiente propicio estimula el crecimiento de las plántulas, preservándolas además del frío. La siembra en semillero permite también una multiplicación intensiva, en la medida en que se obtendrán más plantas nuevas en un área más pequeña. Tras la reanudación del crecimiento, las plántulas podrán ser trasplantadas. La lechuga y la cebolla blanca se pueden sembrar en semillero en primavera y en septiembre respectivamente. Por último, la siembra a cubierto consiste en sembrar las semillas en un pequeño invernadero o en semillero protegido. Esta técnica permite sembrar y trasplantar por ejemplo lechuga, rábano y berro.

Siembra de semillas de plantas anuales

Las plantas anuales tienen una mejor oportunidad de crecer si se plantan en suelo fértil, especialmente las que florecen dos meses después de la siembra. Independientemente de que el cultivo se realice en jardinera o en macizo, es necesario suministrar mantillo y turba en cantidades iguales. En cuanto a la siembra directa, lo primero que hay que hacer es layar y rastrillar el suelo, después cubrir los surcos con una capa de turba y mantillo de 3 cm de espesor y luego sembrar las semillas sobre la mezcla. Recuerde rociar abundantemente el sembrado con un fertilizante soluble.

Las semillas de las plantas anuales son de tamaño variable. Hay semillas grandes, como las de la capuchina o los guisantes de olor, que será conveniente sumergir en agua tibia el día antes de la siembra. El \”día D\” deje secar las semillas, siémbrelas por lotes de cuatro y luego cúbralas con un centímetro de tierra. Algunas plantas cultivadas en tierra de brezo son de tamaño mediano, como la caléndula y el alhelí. Mezcle los lotes de semillas con un poco de arena para separarlas unas de otras. Luego de la siembra, extienda medio centímetro de tierra sobre las hileras de semillas. Por último, las variedades anuales como las amapolas tienen semillas bastante finas. Alcanzará con mezclarlas con un poco de arena para evitar que se peguen. Pero a diferencia de lo que sucede con las semillas más grandes, las semillas pequeñas no necesitan ser cubiertas con tierra: es suficiente con apisonar ligeramente para que las semillas se aferren a la tierra.

Pequeños consejos para garantizar una siembra exitosa

Es posible realizar la siembra haciendo participar a los niños en la operación. Para una buena dispersión de las semillas en el jardín, mézclelas con arena seca. Si desea acelerar el crecimiento, puede confeccionar invernaderos en miniatura con botellas de plástico, previamente cortadas en sentido vertical. Haga varios agujeros en la botella para favorecer la aireación de las semillas.

Cuando ya hayan crecido las plántulas será importante protegerlas de las babosas, que suelen atacar los brotes jóvenes a la caída de la noche. Esto puede hacerse utilizando productos antibabosas. Para evitar que los pájaros picoteen las plántulas es útil instalar una red. En el momento del trasplante, asegúrese de retirar las plántulas con cepellón y respetando las raíces. Cultive luego cada planta en un recipiente individual y no se olvide de regar.

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Publicado en La siembra por Alejo el 14 Jun 2011