Un jardín bien mantenido, bonito, armonioso y relajante es evidentemente mérito del jardinero que lo haya cuidado, y la clave de este éxito reside en parte en la elección de los materiales y herramientas. En efecto, ya se trate de preparar la tierra, layar, sembrar o mantener las plantas, unas herramientas cuidadosamente seleccionadas por su facilidad de uso, su funcionalidad y su versatilidad facilitarán enormemente la tarea.

Palas, rastrillos, tijeras de podar y pulverizadores son algunas de las herramientas que el jardinero debe tener a su disposición para desempeñar su tarea. Por supuesto, por razones de eficiencia, lo principal es que el jardinero se sienta cómodo manipulándolas y que le permitan llevar a cabo rápida y eficazmente los diversos trabajos.

La importancia de identificar las tareas a realizar antes de elegir una herramienta de jardín

A grandes rasgos, el trabajo de un jardinero es preparar el suelo, alistar las plantas para ponerlas en la tierra y por último ocuparse de su mantenimiento. Para ello tendrá que layar, sembrar, replantar, trasplantar o plantar, seccionar (cortar, segar, podar, desramar…), regar y desherbar. Las herramientas básicas del jardinero deben entonces servir para estas actividades, prestando atención a sus diferentes matices y variaciones de acuerdo al trabajo concreto a realizar: una pala redondeada es mejor para cavar, mientras que una cuadrada será mejor para recoger. Además, el jardinero también puede necesitar herramientas más específicas, más adecuado para un trabajo en particular: la poda de árboles debe realizarse utilizando tijeras, serrucho o motosierra según el grosor de las ramas, mientras que para una poda de arbustos conviene comenzar con una hoz comenzado y finalizar con unas cizallas o un cortasetos.

Asimismo, otro parámetro a tener en cuenta es que una herramienta debe permitir aumentar la masa de trabajo realizado por el jardinero, mejorando al mismo tiempo la calidad del resultado. Para comprenderlo mejor, tomaremos como ejemplo el mantenimiento de un césped. Según la superficie, el tipo de césped y la calidad del acabado, el jardinero tiene la posibilidad de elegir entre las tradicionales cizallas u optar por una cortadora de césped. En esté último caso también tendrá que elegir entre varias opciones: con cuchilla simple o helicoidal, manual o mecánica, eléctrica o térmica, segadora o escarificador. Además, la herramienta elegida también debe adecuarse al tiempo y al presupuesto de los que se disponga para dedicar a la jardinería: una podadora mecánica, por ejemplo, permitirá terminar una poda mucho más rápido que si se la realiza con cizallas (evidentemente muy económicas en comparación). Por otra parte, las podadoras producen restos de césped más finos que pueden utilizarse para hacer compost, lo que posibilita reducir la compra de fertilizantes.

Por otro lado, antes de la elección final del tipo de herramienta también debemos considerar su practicidad y ergonomía: no hay que olvidar que la herramienta debe facilitar los trabajos de jardinería y mejorar su calidad. Por ende, la herramienta debe adaptarse al jardinero, proporcionar una máxima facilidad de uso y minimizar las molestias físicas. Así, tiene que ser fácil de manejar y debe cumplir con las normas de seguridad (principalmente para las herramientas con cuchillas, pero también para los dispositivos mecánicos), siempre con el objetivo de permitir que las tareas de jardinería se realicen de la mejor manera posible. La robustez y fiabilidad, la versatilidad y adaptabilidad, un peso bien estudiado y una gran facilidad de mantenimiento son todos los puntos importantes que determinan el rendimiento de una herramienta.

El estudio de la oferta

El siguiente paso es proceder a la compra de herramientas. Existe una amplia oferta de herramientas de jardín, que van desde las más simples a las más elaboradas, y el jardinero tiene varias posibilidades para realizar sus compras: en las tiendas, a particulares, por correo o en línea. Por supuesto, antes de proceder a la compra hay que hacerse una idea real del producto, ya que la herramienta debe corresponder a las necesidades específicas del jardinero. En ese sentido, la venta por correspondencia o en línea no es la mejor opción. En efecto, aunque la imagen del catálogo o el sitio de Internet venga acompañada por una ficha técnica,no es posible evaluar realmente el producto, a menos que el jardinero esté reemplazando una herramienta y comprando un modelo que ya conoce .

Como las herramientas de jardinería se han convertido en productos de consumo habituales, se las encuentra en casi todas partes. Una muy buena opción para comprar las herramientas es ir directamente al concesionario de una marca; sin duda será más caro que otros distribuidores, pero a cambio estaremos seguros de encontrar buenos productos y de beneficiarnos de una garantía y de un servicio post-venta serio. En las tiendas especializadas se puede disfrutar de los mismos beneficios que con un distribuidor o concesionario, pero como no representan a una sola marca la elección es más amplia. Además, su conocimiento comparativo de los productos es grande, por lo que sus consejos suelen ser útiles. Las tiendas de bricolaje, a su vez, venden equipos y herramientas más específicos, más o menos destinados a una clientela profesional o semi-profesional. Los productos son de buena calidad, pero el servicio posventa suele ser menor (al ser menos necesario debido a la especifidad de la clientela). Finalmente, los hipermercados o grandes tiendas ofrecen en general productos de nivel básico, baratos pero de menor calidad, y la atención al cliente es casi inexistente.

Una vez hecha la elección y antes de la compra hay que verificar la calidad de los materiales utilizados (preferentemente, acero templado o forjado y maderas resistentes como el fresno) y los sistemas de funcionamiento (opte por sistemas de probada eficacia, más allá de la publicidad del vendedor). De la misma manera, hay que comprobar las conexiones y las articulaciones (que es lo primero que suele romperse) y las piezas de desgaste (cuchillas y resortes), y también evaluar los riesgos inherentes al producto y el eventual ahorro de energía que posibilite. Es bueno privilegiar las herramientas que dispongan de piezas de repuesto y las tiendas que ofrezcan una garantía o un servicio postventa. Finalmente, en cuanto al precio, lo mejor es visitar diferentes tiendas para poder comparar.

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Publicado en Equipo de jardinería por Alejo el 20 Sep 2011