El cultivo en suelo arcilloso es bastante difícil, y algunas plantas no pueden crecer adecuadamente en ese tipo de terreno. Por ende, para poder plantar diversas variedades de flores es necesario modificar la composición y la textura del suelo. Sin embargo, existen cientos de especies vegetales que son capaces de crecer en terrenos arcillosos. Las tierras arcillosas previamente enmendadas pueden ser adecuadas para la mayoría de las plantas.

El trabajo sobre un terreno arcilloso no enmendado, en cambio, puede ser bastante tedioso. Un suelo que contenga una gran cantidad de arcilla debe ser modificado si se quiere que su textura convenga a la mayoría de las plantas.

Cómo reconocer un suelo arcilloso

Un suelo arcilloso es reconocible por su color generalmente rojizo. La tierra arcillosa se compone de partículas muy finas que se hinchan en contacto con el agua, produciendo una mezcla suave, muy pegajosa y particularmente impermeable. En períodos de sequía, el suelo se endurece y se fisura, lo que dificulta el trabajo. Para cultivar sobre un suelo de arcilloso, es posible trabajar el terreno sin enmendarlo, eligiendo variedades de plantas que puedan sobrevivir en estos ambientes. Para que se puedan plantar determinadas variedades de flores, es indispensable mejorar el suelo.

Cómo mejorar la textura de los suelos arcilloso

Algunas plantas pueden adaptarse a las variaciones de textura de suelos arcillosos, ya que encuentran en ese tipo de terrenos todos los oligoelementos esenciales para su crecimiento normal. Sin embargo, lo mejor es diversificar los cultivos modificando la textura del suelo arcilloso. Como se trata de un suelo pesado, hay que aligerarlo agregando turba y arena de construcción, que favorecen el drenaje. Se recomienda cubrir con pajote la superficie del terreno para retener el agua en verano. La capa superficial a extender sobre el suelo debe estar compuesta de virutas de madera, mantillo, compost, paja triturada, gravilla o corteza de pino. A lo largo de los meses, estos componentes se transformarán en humus, aportando así elementos orgánicos útiles para el desarrollo de las plantas.

Plantas aptas para suelos arcillosos

Diversas plantas, que pueden ser variedades trepadoras, anuales, perennes y de rocalla, crecen adecuadamente en suelos arcillosos. Entre ellas podemos mencionar la anémona japonesa, el cardo azul, el lirio de día, el jacinto o el lirio azul. Otras plantas que pueden crecer en suelos arcillosos son narcisos, claveles, prímulas, Heliantus como el girasol, ulmarias y malvarrosas. Árboles como el ciruelo, el cerezo, el arce, el falso ciprés, el árbol de Judas y el manzano se adaptan igualmente a este tipo de terrenos,  y lo mismo sucede con álamos, pinos, abetos, castaños, sauces, tilos, avellanos, los Rhododendron groenlandicum y los Viburnum opulus. Algunos arbustos y arbolillos como el laurel, la salvia, la azalea, la camelia, la hortensia, el acebo, la magnolia y el mimbre del río también crecen en este tipo de terreno.

Entradas relacionadas:

  1. Mantenimiento de un jardín en suelo húmedo
  2. El análisis del suelo, una operación esencial para decidir el tipo de cultivo
  3. Cómo cultivar plantas alpinas en el jardín
  4. La madreselva, una planta de jardín de fácil mantenimiento
  5. Consejos para el cultivo y mantenimiento de moreras en el jardín

Publicado en Casos especiales por Alejo el 15 Jun 2011