La areca pertenece a la familia de las palmeras y se utiliza para adornar parques y jardines. Originaria de Madagascar, es muy popular entre los jardineros, ya sean aficionados o profesionales, en particular por sus virtudes descontaminantes. Sin embargo son pocos los que la conocen lo suficiente como para dar consejos sobre la plantación y el mantenimiento. Por ese motivo comenzaremos por describir sus características.

La areca o palmera bambú (nombre científico Diesis lutescens) proviene de Madagascar y pertenece a la familia de las palmeras y posee hojas perennes de color verde en forma de arco. Crece en suelos arenosos o normales, puede alcanzar hasta 3 metros de altura y supera raramente el metro de ancho. Muy decorativa, es una planta con flores a la que la exposición al sol le es benéfica y que puede cultivarse tanto en la tierra como en macetas. Al ser una planta exótica, la areca no tolera temperaturas inferiores a 10 ° C.

El cultivo de la areca

La areca debe ser cultivada en suelos fértiles y bien drenados y plantada en un lugar expuesto a la luz solar. Puede cultivarse fácilmente en interiores en macetas o bandejas, ya que soporta mal el frío. Para desarrollarse necesita mantillo y fertilizante, y se propaga por semillas o esquejes. Las plantas jóvenes que crecen en la base pueden ser desenterradas, cuidadas y replantadas en otro espacio. Si prefiere cultivar la areca en maceta o bandeja, disponga una capa de grava o guijarros en el fondo de la maceta para que las raíces se sumerjan en el agua (no riegue antes de agregar la tierra).

No hay una época ideal para el cultivo en macetas: la plantación se puede hacer en cualquier momento. La plantación en la tierra o fuera de la casa, en cambio, se debe hacer cuando el clima es templado o cuando la temperatura está entre 18 y 22° C, ya que la areca no puede soportar ni las heladas ni el frío. Siempre hay que asegurarse de que la planta reciba suficiente luz. Además, el riego debe ser regular: por lo menos cada dos días en primavera y verano, mientras que un riego al mes es suficiente en el otoño y el invierno.

El mantenimiento de la areca

Lo principal en el mantenimiento de la areca es que no haya escasez de agua ni de luz, y agregar fertilizante dos veces al mes. También es necesario eliminar las hojas secas o descoloridas. Por otra parte, si dejan de aparecer brotes y la planta se empieza a ver diferente, se debe revisar la dosis de riego y agregar fertilizante líquido a la tierra cada dos semanas. También es aconsejable plantar la areca cerca de otras plantas cercanas para que pueda recibir más humedad. El trasplante debe realizarse hacerse cada tres años durante los meses de abril y mayo. Para un crecimiento equilibrado, los hijuelos deben ser retirados cuando alcanzan los 30 cm.

Mantener una planta es también cuidarla en caso de problemas: si las hojas de la areca comienzan a oscurecerse significa que la planta sufre demasiado frío o que la tierra está demasiado húmeda. La areca también puede ser atacada por arañas rojas o cochinillas si el ambiente es demasiado seco. En este caso debe rociarse la planta con acaricida o insecticida. Por último, si las hojas se vuelven amarillas en las puntas es que el riego es insuficiente.

Usos de la areca

La areca es muy apreciada por su aspecto decorativo, pero también es conocida por sus propiedades purificantes. De hecho, la areca se utiliza a menudo para purificar el ambiente de xileno, tolueno y formaldehído. La areca absorbe además los compuestos orgánicos tóxicos de desodorantes, el humo de cigarrillo, el papel pintado, etc. Estos efectos purificadores de la planta se suman al aspecto decorativo, lo que multiplica las razones para cultivarla.

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Publicado en Plantas verdes por Alejo el 15 Jun 2011