Las budelias son plantas ornamentales muy prolíficas. La abundancia de la floración y la variedad de colores de sus flores las convierten en especies muy populares para la jardinería. Las flores de budelia exudan una fragancia suave que atrae a los lepidóteros, lo que le valió su sobrenombre de \”arbusto de las mariposas\”. Muy resistentes, las budelias son también muy sobrias y frugales en cuanto a sus necesidades en nutrientes, y requieren muy poco mantenimiento.

La primera especie del género Buddleja introducida en Europa (en Francia) fue la Buddleja globosa en 1774; la budelia es hoy un arbusto prolífico que se encuentra en estado silvestre cerca de aparcamientos y a lo largo de las autopistas. A continuación usted encontrará algunos consejos para mantener su budelia.

La budelia : generalidades, peligros y riesgos

Existen unas 100 especies del género Buddleja que se encuentran de forma natural en Asia, Sudamérica, Norteamérica y el sur de África. Se trata mayoritariamente de arbustos que no suelen superar los 5 metros de altura en la madurez. El color de las flores varía ampliamente entre las especies: blanco, amarillo, azul, rosa, rojo. Ligeramente tóxica, la budelia pertenece a la familia Loganiaceae. Se la planta en un jardín por sus flores muy coloridas, de un suave aroma que atrae a las mariposas. Se trata de una especie introducida, que se ha aclimatado a las condiciones europeas continentales. Es una planta muy resistente y robusta, altamente resistente a enfermedades y herbicidas. Sus semillas pueden permanecer latentes en el suelo durante varios años, hasta que se den las condiciones adecuadas. Debido a su alta proliferación, la budelia está clasificada como especie invasora y dañina para el ecosistema del Mediterráneo. Por lo tanto, se les debe otorgar especial atención para evitar la proliferación fuera de su jardín.

Plantación de la budelia

La budelia se reproduce muy bien por semillas o esquejes. Los esquejes pueden prepararse y plantarse en macetas en el mes de agosto. La budelia arraiga mejor con esquejes de talón. Es recomendable aplicar hormona de enraizamiento a los esquejes para maximizar las posibilidades de recuperación, antes de la plantación en macetas. Una mezcla de arena y mantillo en partes iguales es ideal como sustrato. El enraizamiento es rápido, y las plantas pueden ser transplantadas a la tierra a partir del otoño. También se puede sembrar desde el otoño. La planta es muy resistente, y las semillas dejadas al exterior germinarán en la primavera. Si hace falta, también pueden adquirirse plántulas en macetas en los centros de jardinería. La budelia no tiene ninguna preferencia respecto al tipo de suelo de plantación, e incluso puede crecer en un suelo rocoso o calcáreo sin que sea necesario realizar enmienda alguna. La budelia es muy sobria y frugal en cuanto a nutrientes; una tierra demasiado rica puede llegar a favorecer el desarrollo de tallos y hojas en detrimento de la floración. Si de todas formas desea suministrar un poco de fertilizante, elija un fertilizante no nitrogenado.

El cuidado de la budelia

La budelia no sufre con el calor y puede plantarse en seto libre, pero se asocia idealmente con otras plantas como Desmodium o Hibiscus. Es ideal para formar setos vivos o una pantalla de la vegetación. La atracción que ejerce sobre lepidópteros e insectos polinizadores la hace útil como bordura de huerto. Se debe sin embargo tener cuidado, ya que las orugas de algunas especies de mariposas se desarrollan sobre las hortalizas. Es una planta muy robusta y rústica, que requiere poco o nada de agua. No es particularmente vulnerable a ningún parásito o enfermedad específica. Florece por lo general de junio a julio, pero una segunda floración puede ser provocada en agosto y septiembre. Una especie enana de budelia, la Buddleja davidii var. nanhoensis, es adecuada para el cultivo en maceta y puede acomodarse a las condiciones de a una terraza. Se recomienda realizar el trasplante en otoño para permitir que la planta se desarrolle.

Cómo podar la budelia

Aunque la budelia no necesita un mantenimiento especial, la poda es muy útil porque una budelia sin podar desguarnece rápidamente en la base, dando lugar a una mata leñosa poco agraciada. Esto también hace que viva menos tiempo (menos de diez años) y florezca de forma irregular. Se recomiendan dos podas: la de rejuvenecimiento y la de floración. La poda de rejuvenecimiento o de invierno se lleva a cabo entre noviembre y marzo, y consiste en un recorte de todos los ramos. Los ramos del año anterior pueden cortarse a 5 cm de la madera vieja, o recortar todo a 20 cm del suelo. Después de unos años, usted también podrá eliminar las matas viejas en beneficio de las más jóvenes. La poda de rejuvenecimiento restaura el vigor de las raíces y favorece una floración abundante. La poda de floración o de verano, a su vez, se puede hacer de dos maneras. El primer método consiste en cortar por la mitad los brotes jóvenes en mayo o junio, antes del inicio de la floración. Este corte tiene el efecto de retrasar y escalonar la floración hasta el mes de octubre. El segundo método implica intervenir solamente después del inicio de la floración. La máxima floración se produce entre junio y julio, pero si se eliminan sistemáticamente las flores marchitas se puede provocar una segunda floración entre agosto y septiembre.

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Publicado en Flores de verano por Alejo el 12 Jul 2011