Las cannáceas, achiras o cañas de Indias son plantas vivaces que se utilizan para la decoración, y requieren un mantenimiento riguroso si el medio ambiente adoptivo no coincide con su entorno natural. Así, es importante abonar regularmente el suelo de cultivo, ya que las cannáceas. además de no soportar las bajas temperaturas, toleran menos aún suelos pobres en humus. La propagación se realiza tanto por germinación de semillas como por división de rizomas.

Para realizar el trasplante de plántulas o rizomas, lo primero es preparar el suelo entre los meses de febrero y marzo. Usted puede optar entre plantar semillas o esquejes. Para esto último, extraiga los fragmentos de rizoma antes de que la temperatura descienda. A continuación, conserve un pequeño montón de tierra para envolver los rizomas de manera de que no se sequen antes del trasplante, y luego entiérrelos en macetas, que deberán ser colocadas cuidadosamente en un lugar donde la temperatura supere los 2°C. Un estaquillado exitoso requiere un suelo lo suficientemente neutral y rico en humus para que las estacas cortes se desarrollen bien. El primer aporte en fertilizantes debe estar compuesto de ácido potásico o fosfórico, con una generosa cantidad de estiércol. Después hay que plantar cada esqueje dejando 60 cm distancia entre ellos. Esto se hace para evitar que las hojas y las raíces de las plantas se invadan entre sí. Luego hay que plantar los fragmentos de rizoma en un agujero de 15 cm de profundidad, para garantizar que la parte aérea de la futura planta no se ahogue en el invernadero. Si opta por multiplicar su canna sembrando las semillas, coséchelas primero durante la floración y sumérjalas a continuación en agua tibia para ablandar el sobre negro. Este proceso ayuda a facilitar la germinación. Después hay que colocar las semillas en recipientes con compost. Cuando las plántulas estén bien enraizadas se las podrá desplazar a pequeñas macetas en el invernadero.

Cómo mantener cannáceas

La cannáceas (una familia que posee un sólo género, Canna) crecen de forma natural en Asia y América tropical. En la edad adulta, la altura de estas plantas llega a 1,20 m, sus hojas crecen de uno y otro lado de los tallos y tienen flores de colores vivos. A pesar de que la Canna sea una planta vivaz necesita mucha atención, especialmente en lo que respecta al contenido de humedad de las raíces. Su mantenimiento requiere un riego frecuente para reproducir las condiciones de los países tropicales. El riego es especialmente necesario en el momento de la vegetación; el mínimo es de dos riegos por semana, especialmente desde abril hasta octubre. El abono debe consistir en una mezcla de compost con mucho potasio, y debe suministrarse cada dos semanas para que la canna pueda obtener suficientes nutrientes del suelo de cultivo. Por otro lado, no hay que descuidar el control de plagas, y hay que erradicar toda eventual invasión de babosas o cochinillas, que se alimentan de la canna. Para ello hay que optar por un insecticida anti-babosas pero no agresivo para la canna. De vez en cuando hay que quitar las flores y las hojas marchitas, lo que puede hacerse en cualquier momento. La canna tendrá buena salud si se la cultiva en un suelo fertilizado. Antes del trasplante o la siembra hay que aislar a los rizomas o sumergir las semillas de la planta en el agua. En resumen, el mantenimiento básico de la Canna consiste en regarla y nutrirla con suplementos especiales para plantas vivaces tropicales.

Cómo cuidar de la Canna en el jardín

Para empezar, alcanza con trasplantar las plántulas o los rizomas después del período de heladas, es decir a mediados de mayo, con la llegada de la primavera. La floración de esta planta vivaz por lo general se lleva a cabo entre julio y principios de noviembre. A pesar de su carácter vivaz, la Canna sufre con el frío, y no hay que olvidar que debe ser acogida dentro de la casa cuando empieza el frío. Más allá de esto, el riego de los tubérculos y las semillas no debe pasarse por alto pero debe hacerse de manera equilibrada, ya que en caso contrario las semillas y tubérculos corren el riesgo tanto de secarse como de pudrirse. Por otro lado, debe evitarse por todos los medios colocar las macetas y bandejas en un lugar demasiado cálido. De todas formas, sigue siendo posible plantar entre las otras plantas vivaces como dalias o en jardineras con plantas anuales como los claveles de la India. Las plantas tropicales como bananos y thunbergias van bien con las cannas, y lo mismo puede decirse de la Verbena brasiliensis.

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Publicado en Plantas vivaces por Alejo el 02 Aug 2011