La huerta a cuadros es un huerto intensivo en una superficie de aproximadamente 1,5 m². Este cuadrado podrá recibir hasta 16 variedades diferentes de hortalizas. La tierra utilizada puede consistir en muchas combinaciones de sustrato; esto permitirá adaptar el suelo a las variedades que desean plantarse, y la densidad de plantas en una superficie pequeña facilitará el mantenimiento. Por último, la huerta a cuadros permite disfrutar de una huerta orgánica a pequeña escala.

No todo el mundo dispone de un gran terreno en el que pueda crear un huerto. Así, la ventaja de las huertas a cuadros es que permiten cultivar diversas variedades en un área muy pequeña. A continuación encontrará algunos consejos sobre las técnicas para la instalación y el mantenimiento de estos huertos de bolsillo.

Descripción y ventajas de la huerta a cuadros

La técnica de la huerta a cuadros es un método de horticultura que consiste en cultivar hortalizas en una pequeña área de 1,2 m por 1,2 m. Esta superficie se divide en 9 o 16 cuadros, cada uno de los cuales recibirá una variedad diferente de hortalizas. En la práctica, esta parcela de cultivo consiste en un armazón de tablas de 25 a 30 cm de largo; cada cuadro recibirá una mezcla particular de tierra enmendada. La longitud de 120 cm es muy conveniente porque la mayoría de los materiales disponibles para carpintería y bricolaje utilizan múltiplos de esta medida (4 pies). La huerta a cuadros es un cultivo intensivo de alto rendimiento. De esta forma, será posible producir mucho en un área limitada, y se podrá tener hasta 16 variedades diferentes de hortalizas en la misma parcela. Sea cual sea el tipo de suelo de su jardín, la enmienda permitirá adaptarlo a las variedades que se desee plantar. Por otro lado, lo pequeño de la superficie permitirá suministrar una cantidad adecuda de fertilizantes, útil para el correcto desarrollo de las plantas. Este tipo de parcela es muy fácil de mantener porque a la densidad de cultivo limita la evaporación, y la asociación de especies aleja a los insectos dañinos. Por otra parte, que la parcela sea pequeña también ayuda a proteger las plantas contra el frío o el sol. Por otro lado, además de su aspecto estético, la huerta a cuadros facilita la gestión del jardín.

Cómo comenzar y organizar una huerta a cuadros

La huerta a cuadros se organiza de la misma manera que un jardín corriente. El primer paso es determinar las especies y variedades de plantas a plantar de acuerdo a sus necesidades. Una vez determinadas las variedades y cantidades, se puede proceder a la organización de los cuadros. Es necesario tener en cuenta la productividad de cada variedad para estimar el número de ejemplares a plantar y la superficie de plantación necesaria. Un cuadrado de 30 x 30 cm, por ejemplo, tiene capacidad para 16 semillas de rábanos o 9 de zanahorias. Por su lado, en términos de productividad, una planta de calabacín produce una docena de frutos. Así, una o dos plantas son más que suficientes para cubrir las necesidades mensuales de una familia de cuatro.

Cada parcela debe orientarse de acuerdo a la dirección de la luz y el viento; así, una orientación hacia el sur permite aprovechar más la luz. Deje carriles de 60 a 80 cm de ancho entre las parcelas para facilitar los desplazamientos. Las plantas más altas, como por ejemplo los tomates, deben plantarse en la sección norte de cajón de cultivo para que no arrojen sombra sobre las más pequeñas. Las plantas trepadoras como las judías o las rastreras como los calabacines también tienen su lugar en la huerta a cuadros, y deben colocarse en espalderas de malla de alambre o mantenidas rectas con tutores. Para saber qué especies se pueden plantar juntas hay que consultar la tabla de cultivo asociado, que informa qué asociaciones son positivas, como las de ajo/zanahoria y tomate/rábano, cuáles negativas, por ejemplo rábano/col o zanahoria/remolacha.

Para poder decidir correctamente, consulte los calendarios de cultivo de cada especie, con el fin de conocer las fechas de siembra y la duración del crecimiento de cada variedad. La cosecha de las plantas puede tener lugar entre 18 días (los rábanos) y 19 semanas (berenjenas, pimientos) o más después de la siembra. Así, usted podrá decidir las modalidades de rotación y de siembras sucesivas; por ejemplo, puede elegir plantar rábanos o lechugas al pie de plantas de berenjenas. En efecto, los rábanos y la lechuga se cosechan respectivamente después de 4 y 7 semanas, mientras que la berenjena madura recién luego de 19 semanas; además, también es posible escalonar la cosecha de una misma variedad. Por otro lado, algunas hortalizas pueden sembrarse casi pegadas y empezar a ser recolectadas antes de que estén maduras. Esta técnica es posible con especies como la lechuga, la cebolla y la zanahoria.

Mantenimiento de la huerta a cuadros

En general, el mantenimiento de una huerta a cuadros es más fácil que el de un jardín normal, pero presenta algunas particularidades que requieren una atención especial . Por ejemplo, es necesario no descuidar la humedad del suelo, ya que la densidad del cultivo y el correcto drenaje del sustrato hacen que se seque muy rápidamente. En la ausencia de controles diarios, la instalación de un sistema de riego por goteo puede ser necesaria. También hay que seguir atentamente el desarrollo de las plantas trepadoras sobre la malla de alambre, ya que necesitan ser recolocadas (las partes que hayan crecido) regularmente. Por otro lado, las fechas de los tratamientos preventivos deben ser cuidadosamente respetadas, ya que la promiscuidad aumenta la velocidad de propagación de cualquier enfermedad. Además, las huertas a cuadros consumen mucho fertilizante, por lo que el suministro debe realizarse de manera regular; lo ideal es fertilizar el huerto cada dos semanas.

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Publicado en Los huertos particulares por Alejo el 08 Sep 2011