Las plantas del género Lonicera, conocidas popularmente como \”madreselvas\”, viven en estado silvestre tanto en las regiones de frío extremo del Norte como en las zonas tropicales. La madreselva se multiplica naturalmente por polinización indirecta, atrayendo a las mariposas por su aroma natural. Su crecimiento es vigoroso, especialmente cuando crece en un ambiente soleado y con un poco de sombra, en tierra ordinaria. El género Lonicera cuenta con unas 180 variedades.

Las 180 variedades de madreselva crecen sin mayores problemas en un suelo ordinario, siempre y cuando sus hojas reciban luz solar y la base de la planta esté en la sombra. Variedades como la Lonicera fragrantissima, la Lonicera tatarica o madreselva de Tataria y la Lonicera periclymenum o madreselva de los bosques deberían de crecer bien en esas condiciones. Estas tres variedades pueden coexistir con la clemátide y el jazmín, que además protegerán su tronco. En lo que concierne específicamente a la madreselva de Tataria, que alcanza los cuatro metros de altura, es preferible podar el follaje con regularidad, ya que tiende a volverse muy tupida si se la descuida. Esto puede ser dañino para las otras plantas que necesiten luz y crezcan alrededor del árbol.

Mantenimiento de las variedades de madreselva destinadas a setos

La madreselva puede ser plantada para delinear el patio o el jardín. La Lonicera nitida es la variedad que mejor funciona si se trata de un seto bajo. Originaria de China, este tipo de madreselva necesita ser podada asiduamente a pesar de que con sus dos metros es relativamente pequeña con respecto a sus congéneres. La Lonicera nitida florece en mayo y junio, adornándose además con un denso follaje verde o amarillo. Hay que esperar hasta que la floración se termine para proceder a la poda severa del seto de madreselvas. Por otra parte, todas las variedades de Lonicera necesitan fertilizantes (específicamente estiércol descompuesto) en primavera.

Propagación de madreselvas

Para madreselvas cultivadas en macetas, alcanza con plantarlas en macetas que contengan una mezcla de tierra de brezo, tierra de plantación de suelo y tierra de jardín después de sacarlas de maceta de origen. El trasplante se puede hacer en cualquier época del año, pero los resultados son mejores en primavera, y lo mismo sucede con la acodadura y el estaquillado. En lo que respecta al acodo, alcanza con poner un tallo sobre la tierra de manera horizontal y sostenerlo con una piedra. Para proceder a la reproducción por esquejes hay que sostener la estaca con un rodrigón de 15 cm de largo. La madreselva también puede propagarse a partir de semillas germinadas, pero esta operación funciona mejor si se la realiza en otoño. Si usted querrá trasplantarla luego a una jardinera, es mejor esperar hasta principios de la primavera para sembrar las semillas a una temperatura de 20°C. En ese mismo período hay que proceder al acolchado de la base de la madreselva, vertiendo primero humus de buena calidad. Por último, es importante no saltear los turnos de riego.

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Publicado en Arboles y arbustos por Alejo el 09 Jun 2011