Las flores de otoño alegran el jardín aunque el verano haya terminado; estas flores de estación permiten que los amantes de la jardinería continúen ocupándose del jardín, que seguirá igual de colorido. Estas flores dan una gran posibilidad de elección, y se puede optar por ejemplares de los colores más diversos para embellecer el jardín antes de la llegada del invierno.

En otoño es posible seguir cultivando diferentes flores en jardines o balcones, y así prolongar su colorido más allá de las floraciones estivales. Se puede elegir entre flores anuales, bienales o perennes, que proporcionarán un bello surtido de flores mientras la temperatura baja y va anunciando la llegada del invierno. La variedad de estas flores de estación, altamente resistentes a las bajas temperaturas, es efectivamente muy grande. Entre las más conocidas se encuentran los crisantemos, las dalias, los Ásteres, las hortensias, las rosas y los frutos de otoño, entre otras. Esta mezcla de flores tan diferentes unas de otras embellecerá su jardín y proporcionará la agradable y suave fragancia de un otoño encantado.

Las diferentes flores de otoño

Existe una gran variedad de flores de otoño, así que lo más difícil será elegir su preferida. Entre las flores más hermosas está el crisantemo, del que existen muchos colores y variedades. Se trata de flores muy resistentes a las bajas temperaturas, que tienen la ventaja de ser todavía capaces de florecer cuando otras comienzan a marchitarse. Los crisantemos pueden ser cultivados tanto en la tierra como en maceta. Hay que asegurarse de que la tierra no sea demasiado ácida o demasiado calcárea, y preferir además un espacio soleado o con poca sombra. El riego no exige demasiada atención, ya que hay que esperar a que se seque el suelo antes de regar de nuevo, asegurándose de no mojar el follaje. Las dalias, de enorme colorido, son consideradas como las flores más bellas del otoño. Suelen florecer a principios de agosto y tienen la ventaja de durar todo el otoño. Existen diversas variedades de dalias y entre ellas la dalia doble, que presenta flores \”despeinadas\” y existe en varios colores. Las violetas persas o de los Alpes (género Cyclamen) también son flores interesantes para hacer crecer en el jardín en otoño: se las puede cultivar fácilmente proporcionándoles tierra rica en humus, bien drenada y relativamente fresca. Estas flores no toleran bien una exposición prolongada a la luz solar, por lo que se adaptan perfectamente a temperaturas bajas de hasta -10˚ C en algunos casos.

El otoño también es la estación ideal para plantar ásteres, a causa de su floración prolongada que dura hasta finales de noviembre. Es aconsejable elegir preferentemente un lugar con sombra, que permita que la tierra se mantenga fresca. Los lugares demasiado húmedos son a evitar, ya que pueden causar que las flores se pudran. Las flores del áster tienen a menudo tonos rosados y vienen en muchas variedades, algunas de las cuales pueden alcanzar hasta 2 m de altura. Las anémonas japonesas o \”September Charm\” son flores de otoño muy fáciles de cultivar, ya que no requieren cuidados especiales. Normalmente florecen entre agosto y octubre, y se desarrollan mejor a la sombra, en un suelo relativamente fresco y bien drenado. Las anémonas japonesas se pueden plantar a principios de primavera o en otoño, conservando una distancia entre ellas de unos cuarenta centímetros. Se las puede proteger del frío en invierno realizando un acolchado o \”mulching\” en la base de la planta. Si se las cultiva adecuadamente pueden crecer hasta volverse invasoras. Las plantas del género Colchicum florecen principalmente en otoño y a veces en invierno y son relativamente fáciles de cultivar. Se puede comenzar a prepararlas en el verano enterrando sus bulbos; es importante asegurase de que la tierra tenga un buen drenaje y sea ligera. También se puede agregar un poco de mantillo, de arena o algunos guijarros; y luego se deben enterrar los bulbos a una profundidad de 10 cm. Estas flores no soportan bien la humedad: asegúrese de que la tierra esté seca antes de regar la base de la planta.

Tantas flores de otoño como para hacer ramos

Está claro que las flores de otoño no se limitan a una sola variedad: existe un verdadero abanico de especies de flores que también florecen luego del verano. Pueden mencionarse las flores de bulbo como los crocus de otoño o las plantas de tierra de brezo como la azalea o la camelia de otoño. Algunas plantas perennes también florecen en el otoño, como la Hesperantha coccinea o Schizostylis coccinea, el Sedum spectabile, el Sedum telephium y algunas especies de Helianthus como los girasoles anuales. Las plantas perennes son bastante longevas en comparación a otras flores, y a menudo germinan a principios del verano. Sus hojas mueren en invierno, pero reaparecen la primavera siguiente y florecen de nuevo; algunas especies pueden alcanzar hasta 15 cm. Se las puede cultivar en primavera en lugares fríos y húmedos, con suelos pesados. En zonas cálidas pueden sufrir con temperaturas demasiado altas o con una eventual sequía; lo mejor es plantarlas en otoño o al final del invierno. Se las puede propagar por división de mata o sembrando. También es posible reproducirlas por esquejes o por acodo, especialmente en el caso de plantas perennes como los claveles.

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Publicado en Flores de otoño por Alejo el 15 Jun 2011