En estado salvaje, la \”Orquídea alevilla\” u \”Orquídea mariposa\” crece en climas tropicales y se cuelga de los troncos de los árboles. Esta planta se nutre principalmente de los restos vegetales que caen entre sus raíces y absorbe el agua de lluvia. Ese es el tipo de atmósfera que se debe intentar recrear, sobre todo si uno vive en una región templada. El riego, el mantenimiento, el fertilizante y la temperatura deben ser controlados regularmente.

La flor de Phalaenopsis se asemeja a los élitros desplegados de una mariposa. La floración de las orquídeas mariposa se inicia en invierno y se prolonga durante meses. En su hábitat natural, la Phalaenopsis crece a la sombra de los árboles, pero su cultivo en latitudes templadas requiere que el jardinero la coloque cerca de una ventana para que reciba un poco de sol sin exposición directa, de dos a cuatro horas por día, especialmente de octubre a abril. Esta operación se debe repetir de mayo a septiembre, excepto entre las 10 y las 16h a riesgo de quemar el follaje de la planta. La exposición a la luz natural favorece la floración.

El cultivo de Phalaenopsis

Aunque el sol es beneficioso para la Phalaenopsis desde mediados del otoño hasta mediados de la primavera, sigue siendo difícil de cultivar. Es mejor irla exponiendo gradualmente al sol. Para saber si la Phalaenopsis soporta el sol o no, palpe las hojas: si están moderadamente calientes no hay riesgo para la flor, pero si queman es que el sol es demasiado fuerte. En este caso se debe mover la planta un poco más hacia el interior de la casa. Las hojas también sirven de referencia para saber si recibe suficiente luz: si el nuevo follaje es verde oscuro, y más largo y delgado que el anterior, la Phalaenopsis no recibe suficiente luz. Si en cambio las nuevas hojas son de color verde claro y más pequeñas que las anteriores, la orquídea está recibiendo demasiada luz. En lo referente a la atmósfera de la habitación donde se coloca, la Phalaenopsis se desarrolla mejor con una temperatura de entre 25°C y 30°C durante el día y entre 18°C y 25°C durante la noche. Algunos horticultores recomiendan bajar la temperatura por debajo de 18°C por la noche; esto es en realidad negativo, ya que así se debilita peligrosamente a la Phalaenopsis. En cultivos a gran escala, la Phalaenopsis se coloca en temperaturas de 23°C a 35°C durante el día, con luz brillante, condiciones que favorecen la floración. Por lo tanto, si su Phalaenopsis tiene seis o más hojas pero no presenta tallos floríferos es que recibe muy poca luz.

El riego y la fertilización de Phalaenopsis

Las Phalaenopsis cultivadas en maceta pueden ser hidratadas con agua del grifo, siempre y cuando no contenga demasiado calcáreo y esté a la misma temperatura como que el lugar en el que están las plantas. Si el agua parece demasiado calcárea se la puede mezclar con agua desmineralizada (mita y mitad). Lo que nunca se debe hacer es regar demasiado la Phalaenopsis, para no asfixiar las raíces. Se la debe regar copiosamente a intervalos espaciados, de modo que el substrato de cultivo tenga tiempo de secarse entre riego y riego. Además, se debe evitar la pulverización en el cogollo de la roseta, para que no haya riesgo de podredumbre (lo que mataría a la planta). También es importante no regar las hojas, ya que el gua produce manchas de cloro que impiden la recepción de los rayos solares. En el peor de los casos, saque el agua estancada entre las hojas con un papel absorbente. No hace falta regar la orquídea alevilla con agua mineral: la planta puede obtener del agua del grifo los minerales que le son indispensables.

En cuanto a la fertilización del sustrato, no hace falta realizar un suministro muy concentrado, ya que a la Phalaenopsis le alcanza con una frecuencia de abonado espaciada. Sin embargo, si la orquídea está en pleno crecimiento (despliegue foliar, floración, desarrollo de la raíz) hay que enmendar el sustrato con abono para plantas verdes en el momento del riego, poniendo la mitad o un cuarto de la cantidad requerida por las plantas verdes. La caída o el amarilleo de las dos hojas pueden ser fenómenos normales, pero también pueden indicar una falta de fertilizantes.

El trasplante de Phalaenopsis

Se puede elegir entre dos alternativas en cuanto a la composición del suelo de cultivo de la Phalaenopsis. Por un lado se la puede cultivar en musgo de turbera (Sphagnum) con raíces de Polypodium, o con gránulos de poliestireno, corteza de pino y turba fibrosa. Estas dos mezclas son las que permiten un mejor drenaje de la planta. Debemos replantar cuando el sustrato ya esté descompuesto. Cuando esto sucede, las cortezas del centro de la maceta son quebradizas y conservan el agua. También se debe trasplantar cuando aparecen nuevas raíces. Es recomendable colocar muchos potes de Phalaenopsis uno al lado del otro para crear un microclima naturalmente húmedo. De no ser posible, es aconsejable colocar un contenedor de gránulos de arcilla humedecidos para retener la humedad.

Entradas relacionadas:

  1. Consejos y trucos para favorecer el florecimiento de las orquídeas

Publicado en Guía de flores por Alejo el 15 Jun 2011