No es necesario tener un gran terreno para lanzarse al cultivo de la vid. En efecto, se trata de una planta que crece muy bien contra un muro o en jardineras en un balcón, siempre que se cumplan las condiciones de cultivo y se lleven a cabo las acciones de mantenimiento. La vid es una planta vigorosa y rústica que resiste temperaturas inferiores a -15°C. Una viña (cada planta individual se llama \”cepa\”) en buen estado puede vivir más de cincuenta años. 

La vid se adapta a todo tipo de suelos, pero se desarrolla idealmente en suelos arenosos ligeramente ácidos y ricos en materia orgánica. Sin embargo, se debe evitar la fertilización en exceso, ya que causa un crecimiento excesivo de las hojas a expensas de los frutos, además de debilitar la cepa. El drenaje debe hacerse correctamente porque las raíces son muy sensibles a la humedad estancada. En cambio, la vid tolera la sequía. 

Cómo cultivar vides 

Para la primera plantación es posible plantar una o más cepas disponibles en contenedores en los comercios. Quienes no dispongan de grande espacios o quieran cultivar en jardineras no deben preocuparse, ya que una sola cepa es suficiente para producir frutos, debido a que se trata de una planta auto-fértil. Es mejor proceder a la plantación en primavera, para lo cual hay que preparar un hoyo lo bastante profundo como para recibir la planta joven. A continuación hay que trabajar la tierra agregando compost, y también hay que añadir guijarros para optimizar el drenaje. El paso siguiente es retirar el contenedor y colocar la planta en el hoyo, teniendo cuidado de que el punto de injerto (si se trata de una planta injertada) esté unos 5 cm por encima de la superficie del suelo, y luego hay que regar copiosamente. Para las grandes plantaciones hay que dejar un espacio de 1 a 2 m entre las plantas, dependiendo del método de poda, y una distancia de 2,5 m entre las hileras para maximizar el rendimiento y reducir el riesgo de enfermedades gracias a una mejor circulación de aire. 

La vid necesita un soporte para desarrollarse; por lo general se utiliza un alambre estirado, pero para el cultivo en jardineras una simple malla puede ser suficiente. Los ramos jóvenes se aferrarán fácilmente al soporte gracias a sus zarcillos. Para el cultivo de interior, por otro lado, hay que elegir una maceta con una capacidad mínima de 40 litros. Para instalar el soporte hay que colocar dos postes verticales en la maceta y extender entre ambos una malla de plástico. Para el cultivo contra una pared, por su parte, hay que extender horizontalmente varios alambres, comenzando a 70 cm del suelo y manteniendo una distancia de 1 metro entre cada uno. Luego deben colocarse entre ellos hilos más finos. 

Cómo tener cepas sanas y productivas 

La poda es la actividad más importante en el mantenimiento de la vid, y tiene el objetivo de optimizar la producción de frutos tanto en calidad como en cantidad. La poda de invierno se puede hacer tan pronto como la planta entre en latencia, hacia el mes de noviembre, pero el momento ideal para llevar a cabo la operación es justo antes de la eclosión de los brotes. Esto hará que la vid sea más resistente a las enfermedades causadas por hongos, y menos sensibles al frío extremo del invierno. Existen varias técnicas de poda; la poda corta, por ejemplo, consiste en cortar los ramos dejando sólo dos brotes, mientras que en la poda larga se dejan para una docena de yemas en cada ramo. En la primavera se lleva a cabo la poda de fructificación, que consiste en cortar las ramas menos vigorosas o que no vayan a dar fruto. 

La poda de estío, por último, también conocida como poda en verde, se realiza cuando la vid tiene todas sus hojas, y persigue el objetivo de proporcionar el máximo de savia a los racimos. Para ello hay que disminuir cuando la densidad del follaje, limitando también la propagación de los tallos. El mantenimiento incluye la escarda y aireación del suelo, que se realizan pasando la grada una vez al mes entre mayo y agosto. En primavera se debe realizar un suministro de abono nitrogenado, teniendo cuidado de no fertilizar demasiado la tierra fértil para no reducir la fructificación en beneficio del follaje. En el mismo período hay que aplicar un tratamiento preventivo contra las principales enfermedades de la vid, que son el oídio y el mildiu.

Entradas relacionadas:

  1. Consejos de cultivo para lograr una cosecha de zanahorias de gran calidad
  2. Cómo plantar y mantener la hortensia o hydrangea
  3. Cómo plantar y mantener un naranjo
  4. Cómo plantar y mantener correctamente un membrillo
  5. Cómo plantar y mantener un cocotero

Publicado en Frutos del bosque por Alejo el 27 Sep 2011