Las plantas invasoras son especies introducidas que proliferan en su nuevo entorno, causando efectos adversos sobre todo en el medio ambiente. Existen varias maneras de combatirlas a través de soluciones técnicas, cuya eficacia varía según las especies a eliminar. Una alternativa de solución a más largo plazo es la prevención mediante campañas de sensibilización, que debe ser combinada con un seguimiento del estado sanitario de los bosques para que se pueda actuar con rapidez.

Algunas plantas invasoras pueden ser exterminadas, mientras que otras como la Reynoutria japonica son imposibles de eliminar debido a su sistema radicular compuesto por rizomas.

Reconocer las plantas invasoras

Las plantas invasoras son especies exóticas que tras su introducción en el país se extendieron rápidamente, provocando efectos adversos en su nuevo entorno. También llamadas \”invasivas\”, estas plantas tienen la capacidad de proliferar a partir de un fragmento, creándose así nuevos plantines. Estas plantas se pueden encontrar en todas partes a nuestro alrededor, tanto en los jardines como a lo largo de las carreteras. Esta omnipresencia les permite multiplicarse rápidamente, extendiéndose así sobre una vasta superficie y a través de largas distancias. Algunas de las especies invasoras más comunes son la Acacia dealbata o mimosa, presente en la costa mediterránea, y la Buddleja davidii o arbusto de las mariposas, originario de China. El mar también puede ser víctimas de estas invasiones como ocurre con la Caulerpa taxifolia, que ha invadido el Mediterráneo.

Por qué combatir las plantas invasoras

Las plantas invasoras deben ser combatidas por razones medioambientales. De hecho estas plantas constituyen la segunda causa de pérdida de biodiversidad, después de la deforestación asociada con la urbanización. Su introducción ha causado la modificación de diversos parámetros del medio ambiente hasta el punto de afectar su funcionamiento, su composición y su estructura. La competición de estas plantas con especies nativas produce la desaparición gradual de estas últimas, lo que resulta en una inevitable pérdida de la biodiversidad. Las especies animales también pueden verse afectadas por esta pérdida, debido a la modificación de su biotopo o hábitat natural. Pero también existen razones económicas para luchar contra las plantas invasoras. Como los costos serán mayores y la eficacia menor cuanto más grande sea el área a tratar, la reducción de la amenaza que constituyen estas plantas es de interés general. Su presencia también puede interferir con actividades como la pesca, la navegación, la agricultura o las actividades recreativas, lo cual puede a su vez repercutir en la economía limitando los recursos financieros y causando la pérdida de puestos de trabajo. Las plantas invasoras también tienen un impacto sobre la salud pública: la ambrosía, que en Francia se extendió desde la región de Rhône-Alpes hasta el departamento de Loira-Atlántico, en la región de País del Loira, es una especie cuyo polen es especialmente alergénico.

Cómo luchar contra las plantas invasoras

El control preventivo tiene por objeto prohibir la introducción de nuevas especies. Para ello, debemos evitar el uso de determinadas especies como las Baccharis en el desarrollo de espacios verdes. Para combatir las plantas invasoras ya instaladas existen tres formas de lucha: física, química y biológica. Para evitar la propagación de semillas es recomendable desarraigar los plantines del jardín antes de la floración. También debe evitarse su fragmentación mediante operaciones de guadañado, especialmente en el caso de especies difíciles de erradicar como las del género Lagarosiphon. La hiedra es una planta particularmente intrusiva, que puede provocar causar daños en las paredes de las casas. La técnica de control consiste en matar a la planta cortando el tronco y las hojas. La operación se completa con un tratamiento químico a base de cal concentrada. Se debe verter el líquido y dejar reposar durante 24 horas. La aplicación del poderoso herbicida matará a la planta al penetrar en la hiedra. El control biológico es el uso de plantas que pueden competir con las plantas invasoras y eliminarlas.

Consejos a tener en cuenta

La eliminación de las plantas invasoras es difícil y costosa. Algunas técnicas como el guadañado, que consiste en cortar la planta, sólo proporcionan una solución temporal y pueden incluso causar el efecto contrario, haciendo más resistente a la planta que se busca combatir. Las intervenciones deben realizarse lo más pronto posible, apenas descubierto el problema. El uso de productos químicos para erradicar las plantas invasoras se debe hacer con moderación, ya que puede causar la contaminación del agua en zonas forestales, y la tabla de agua también puede verse afectada. Se debe verificar que un producto está aprobado antes de utilizarlo. Los ambientes degradados por la actividad humana son más vulnerables a la instalación de las plantas invasoras. Una forma de prevenir la colonización de estas plantas consiste en evitar la degradación del medio ambiente natural o en realizar la restauración ecológica de los ambientes afectados. En la actualidad existen organismos de vigilancia que, sobre la base de un programa, toman acciones para aportar soluciones que reduzcan el impacto de las plantas invasoras sobre el medio ambiente.

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Publicado en Plantas verdes por Alejo el 15 Jun 2011