La plantación de árboles frutales contribuye a decorar el jardín, pero éstos requieren un espacio importante para desarrollarse; lo mejor es disponerlos en espaldera. La poda de árboles frutales puede parecer difícil para los principiantes, pero es posible obtener buenos resultados mediante la aplicación de algunas técnicas de poda. La poda de frutales en espaldera es una técnica accesible para los jardineros, que puede dominarse con la práctica.

El término \”espaldera\” se refiere a la pared contra la que se alinearán los árboles frutales y a la manera de disponerlos, y también una técnica de poda particular. Como el arte de la topiaria consiste en podar las plantas para darle formas originales, el arreglo en espaldera se realiza podando los frutales de manera de que puedan crecer en un espacio restringido. Se trata de una técnica atractiva y útil, y puede mejorar el rendimiento de los frutales dándoles al mismo tiempo un aspecto muy trabajado. La poda en espaldera permite luchar más eficazmente contra las enfermedades, ya que los focos de infección se vuelven visibles y accesibles. Si bien es necesario confirmar con las disposiciones del ayuntamiento local, en general es posible plantar frutales de uno y otro lado de la medianería, sin que se requiera una distancia mínima. Si en cambio se trata de un muro normal, en general sólo el propietario del muro puede plantar frutales en espaldera, y esto del lado que da a su propiedad.

La plantación de frutales en espaldera

Para disponer los árboles en espaldera, es necesario preparar primero los plantones. Efectivamente, es posible tutorar horizontal o verticalmente los árboles. Con respecto a la poda en sí, las plantas pueden podarse en abanico, en forma de U simple o doble o en cordón, por nombrar algunas de las formas más practicadas por los jardineros. En todos los casos, es necesario plantar los arbustos a intervalos regulares de entre 1 y 2 m, a una distancia mínima de 30 cm del muro de carga. En el momento de la plantación se debe agregar al plantón un patrón sólido, que pueda sostener al arbusto con su tamaño adulto.

El suelo debe ser enriquecido con fertilizante por lo menos una vez al año, para que las raíces del arbustos sean sólidas. Es necesario rodrigonar el tronco principal, que debe ser recto y no formar ningún nudo. Puede ser necesaria la instalación de un enrejado en la pared para que puedan trepar las ramas del arbusto. El tipo de instalaciones a anexar a la espaldera variará en función de las especies de árboles plantadas. Entre los frutales más utilizados en espaldera están los cerezos, los manzanos, los ciruelos y las vides adaptadas a los enrejados.

El arreglo de frutales en espaldera, un trabajo periódico

La poda en cordón se realiza hasta que el arbusto cumple un año. Es indispensable podar todas las ramas, y cortar a una altura de 35 cm el tronco principal, que debe necesariamente poseer dos yemas opuestas, que asegurarán el crecimiento de las ramas que formarán los distintos niveles del arbusto en espaldera. Un año después de esta operación, las dos ramas laterales se deben cortan con el mismo largo, y el tronco central se debe cortar 35 cm por encima del nudo creado. El jardinero debe proceder sucesivamente hasta la altura deseada. Para tutorar los árboles frutales es necesario realizar las mismas operaciones cada año. El método de poda puede personalizarse, siguiendo el principio de eliminar las ramas inútiles y mantener el tronco derecho, y de ocuparse de los tallos para proporcionarles la forma deseada.

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Publicado en La poda de árboles y arbustos por Alejo el 14 Jun 2011