Las plantas necesitan agua para vivir y desarrollarse, y al optar por un sistema de riego automático se ahorra tiempo y dinero. De hecho, el sistema funciona por programación, y proporciona a las plantas el volumen adecuado de agua y con la frecuencia necesaria durante todo el día. La instalación de los aspersores pasa por varias etapas, que incluyen la creación del plan de la red y la elección del mejor sistema para su entorno.

El paso previo para la instalación de aspersores es la preparación de un plano de la red basado en las características del entorno, entre ellas el esquema del terreno y la presión y el flujo de agua en la zona, sin olvidar tomar en cuenta tmbién el tipo de plantas a regar. Otros detalles como los límites del jardín y la presencia de macizos o setos también deben detallarse en el plano del dispositivo. El examen de estos parámetros básicos por un profesional del riego o un paisajista es necesario para evitar derrochar su inversión.

Presentación del riego automático

El aspersor es un dispositivo que se utiliza para regar el huerto de forma independiente. Al operar mediante programación nos evita tener que ocuparnos personalmente del riego, ya que lo realizará en nuestro lugar con toda regularidad. El programador cumple un rol esencial en el sistema, ya que es responsable de la gestión del agua al abrir y cerrar automáticamente las electroválvulas. El sistema de riego automático suele estar equipado con un sensor de lluvia, por lo que su uso evita el desperdicio de agua en caso de tormentas. Por último, el riego automático se puede hacer ya sea por canalización enterrada, ya sea por goteo.

Los materiales necesarios para la instalación de un aspersor

Las herramientas básicas necesarias para una instalación fácil incluyen una laya, cemento, una llave inglesa, collares o abrazaderas, codos de tubos, un metro enrollable, un taladro, una pala, accesorios para tubos, un destornillador y el tubo o manguera de polietileno. Entre las instalaciones básicas figuran los aspersores, el programador para el riego y la electroválvula. El número de rociadores dependerá de su alcance, y los ángulos se fijarán en función del blanco a regar. Los rociadores pueden ser de chorro fijo o giratorio. La instalación de un reductor de presión es necesaria si la presión del agua en su zona supera el límite máximo (la presión debe estar entre 2 y 5 bares).

Instalación del sistema de riego automático

En cuanto a la distribución y el tipo de aspersores, es bueno saber que las toberas de poco alcance (máximo de 4 metros) son para áreas pequeñas. Las turbinas están diseñadas para superficies más importantes, con un alcance de hasta 15 metros. El uso de rociadores de rango medio bien distribuidos en el espacio a regar permite lograr un flujo uniforme en la red. El trabajo comienza con la instalación de las redes, dividiendo el flujo para lograr una instalación multired; las redes funcionan alternativamente bajo el control del programador. La instalación de las electroválvulas de riego se inicia con la conexión de los cables eléctricos, seguida de la presurización del sistema para eliminar virutas y suciedades. A continuación, proceda con el montaje de las boquillas y el ajuste de los aspersores. La operación termina con el parcheo de zanjas y la instalación del programador de riego. La instalación de un programador a batería o conectado ala red eléctrica se hace mediante cables y conectores. De funcionamiento automático, el programador se coloca simplemente atornillándolo sobre el grifo (enterrado o en la superficie). La instalación debe conectarse con el suministro de agua con el fin de proceder a la purga y eliminación de suciedades.

Si utiliza el agua de lluvia recogida desde el techo a través de la instalación de una conexión con el sistema de riego, usted podrá reducir significativamente su consumo. Además, este sistema tiene ventajas evidentes, tanto en términos económicos como ecológicos.

Antes de proceder con la instalación en sí se recomienda proceder al conteo de las piezas por línea de riego para determinar la posición de cada una. El uso de codos de tubos permitirá unir dos tubos con un ángulo de 90 grados. Para combinar tres tubos del mismo diámetro utilice un empalme en T. La instalación de un rociador o un aspersor al final de la red se realiza con un codo final para la salida del agua. Las piezas más adecuadas para conectar el sistema de riego con la red de agua son los empalmes machos y hembras, que deben conectarse ya sea con electroválvulas, ya sea con válvulas manuales. Si el uso de aspersores fue durante un tiempo un privilegio de la gente rica, actualmente se está convirtiendo en un equipamiento esencial que aumentará el valor de su propiedad.

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Publicado en Guía del riego por Alejo el 09 Sep 2011