Los árboles frutales, con sus bellos frutos, se encuentran entre las plantas útiles de nuestros jardines. El uso de las técnicas modernas de mantenimiento permite obtener una buena producción, tanto en calidad como en cantidad. Si bien estas plantas están expuestas a enfermedades como las causadas por los hongos, actualmente hay tratamientos preventivos que permiten obtener buenos resultados.

Los árboles frutales se cultivan en general un terreno con buena exposición solar, pero algunas crecen mejor en semisombra. Las variedades de origen mediterráneo, como los cítricos, deben protegerse en invierno.

Los períodos de plantación de los árboles frutales

Si las principales estaciones para el cultivo son el otoño y la primavera, los períodos de plantación dependen de cómo se acondicione las plántulas. El desarraigo de los sujetos, a raíz desnuda o en terrón, se realiza durante la latencia, y su plantación se debe hacer de septiembre a octubre o de abril a mayo La plantación de plántulas en contenedor se puede hacer durante todo el año, excepto durante los grandes fríos, cuando el suelo está congelado. El verano tampoco es un momento ideal para la plantación, ya que las plantas sufrirían el doble estrés de la plantación y de la sequía estival.

La plantación de árboles frutales

La primera etapa es la preparación de la planta el día de la plantación. Las plantas de raíz desnuda no deben ser almacenadas al aire libre: pueden ser colocados en fosos temporales si la plantación no se realizará el día de la compra. En el caso de ejemplares en contenedor, el terrón debe estar completamente embebido (se lo debe sumergir durante una hora en agua tibia). El hoyo de plantación se debe preparar con varios días de antelación, verificando que tenga el tamaño suficiente como para favorecer la expansión de las raíces. A continuación hay que aflojar el suelo y enriquecerlo mediante una enmienda orgánica que aporte los nutrientes necesarios. Los plantones en contenedor deben ser extraídos antes de colocarlos en el hoyo, y se debe verificar que la tierra del cepellón no tenga burbujas de aire. Hay que colocar la planta en terrón, y liberar este último deshaciendo el nudo que lo sostiene y sacando la protección metálica. La tierra alrededor del terrón será ligeramente apisonada, sin exagerar. Los plantones de raíz desnuda se deben garrapiñar antes de ponerlos en el hoyo, colocando el cuello a nivel del suelo. Asegúrese de que las raíces estén bien extendidas y rellene el hoyo; luego apisone sin insistir demasiado. Luego de la plantación de un árbol de raíz desnuda se debe regar abundantemente, calculando una cantidad de 10 litros de agua por ejemplar. Luego de la plantación se debe instalar un rodrigón para mantener erguido el árbol durante su crecimiento inicial.

El mantenimiento de árboles frutales

 El objetivo del mantenimiento es mantener el árbol en buen estado de salud y asegurar una buena cosecha. Esto implica la realización de enmiendas para mejorar el suelo, el riego, la poda, los \”pellizcos\” de brotes y el aclarado de la copa. La mejora del suelo incluye la labranza anual alrededor del pie después de la cosecha. Esta operación sirve para airear el suelo, activar la vida microbiana y favorecer la penetración de agua en el suelo. La eliminación de malas hierbas y el enriquecimiento del suelo también pueden realizarse en este período mediante la aplicación de abono de descomposición lenta o de cenizas. El riego veraniego debe llevarse a cabo con regularidad, una vez por semana. Se puede aumentar la frecuencia a una vez cada dos días durante las olas de calor. El acolchado, mulching o pajote ayuda a que el suelo conserve la humedad e impide el crecimiento de malezas. La poda es una técnica importante para el mantenimiento de los árboles frutales, y tiene el propósito de facilitar la penetración de la luz solar y la aireación del árbol, acelerando el cuajado de los frutos. La poda de formación se realiza en el primer año de crecimiento, con el objetivo de ayudar a que la copa crezca en diámetro. La poda de mantenimiento se lleva a cabo anualmente para mejorar el crecimiento de los brotes. La poda de rejuvenecimiento, por su lado, concierne los árboles frutales que no han tenido atención durante varios años. El pellizco o pinzado de las ramas jóvenes vigorosas sirve para reducir su posición dominante mediante la punción una buena cantidad de savia. Esto provoca una disminución del flujo de savia y la aparición de un brote en la rama superior. El aclarado de los frutos es indispensable para melocotoneros, perales y manzanos, y consiste en eliminar los frutos supernumerarios para favorecer el crecimiento de los restantes.

Consejos útiles para tener un vergel en buenas condiciones sanitarias

La lucha contra las enfermedades forma parte del mantenimiento. Para las enfermedades causadas por hongos, como la lepra del melocotonero, no hay cura conocida, por los que es muy recomendable realizar un tratamiento preventivo con caldo bordelés después de la caída de las hojas y cuando aparecen los brotes o yemas. El tratamiento debe llevarse a cabo fuera de los períodos de heladas y cuando no llueva. El mantenimiento del vergel durante el invierno consiste en recoger las hojas muertas para reducir el riesgo de enfermedades. En efecto, esto previene la aparición de esporas de hongos y de insectos dañinos. El cepillado del tronco es eficaz para eliminar musgos y larvas de insectos.

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Publicado en Vergeles y árboles frutales por Alejo el 14 Jun 2011