En tierra o en jardinera, los bulbos de verano dan al jardín un toque de frescura muy agradable. De gran sensibilidad al frío y belleza efímera, se trata de flores que precisan muchos cuidados. De gran diversidad, estas especies merecen ser mejor conocidas, tanto por su exotismo como por su originalidad. En verano forman maravillosos macizos, y en su mayoría dan flores para ramo muy populares.

Las plantas bulbosas de verano son especies que se plantan fácilmente en el jardín. Plantarlas en tierra y mantenerlas requiere muy poco esfuerzo o conocimientos particulares. Recuerde sin embargo que estos bulbos se plantan en verano y sufren con las heladas.

Dónde y cómo plantar los bulbos de verano

Para empezar, los bulbos de flores de verano son sensibles al frío. Por esa razón sólo pueden ser plantadas entre comienzos de marzo y finales de mayo, aunque el clima sea todavía bastante fresco durante este período. La plantación debe realizarse cuando el suelo tenga una temperatura cercana a los 13 grados. Por debajo de esta temperatura, hay fuertes posibilidades de que los bulbos se pudran. Por otra parte, a excepción de las begonias tuberosas y los ranúnculos, estos bulbos necesitan mucho sol, y algunos bulbos de verano como las dalias se plantan por lo general junto a otras plantas.

Cómo plantar bulbos de verano

Después de determinar el lugar en que los bulbos serán plantados, el paso siguiente es cavar una zanja si el objetivo es un macizo de flores, y si no hacer varios agujeros de 3-5 cm de profundidad para colocar un bulbo o un pequeño grupo de bulbos por hoyo. Con esta profundidad, los bulbos de verano disfrutarán plenamente de la calidez de la tierra. Es igualmente recomendable airear el suelo con un rastrillo para aflojarlo y remover pequeñas piedras y malas hierbas. Sin apretar, los bulbos deben colocarse firmemente en el suelo con el lado puntiagudo hacia arriba.

Mantenimiento de los bulbos de verano

Para aprovechar al máximo la larga floración de casi todos los bulbos de verano, lo mejor es plantarlos en un terreno cálido, al abrigo de los vientos dominantes. Estas plantas necesitan un suelo bien trabajado y humífero, al que se debe agregar mantillo de buena calidad para asegurar el buen desarrollo de las especies cultivadas. Por otro lado, para evitar que los tallos se doblen a causa del peso de la flor, es importante asegurar un buen rodrigonado. Por último, también es necesario regar regularmente los ejemplares del macizo para que estén saludables.

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Publicado en Bulbos de verano por Alejo el 16 Jun 2011