También conocido como tuna o higo chumbo entre otros nombres, el nopal es una planta perteneciente a la familia Cactaceae. Esta planta de origen americano (desde Canadá hasta el estrecho de Magallanes) se desarrolla igualmente tanto en la región mediterránea en Europa como en varios países africanos. Su cultivo no requiere de grandes recursos porque se propaga por esquejes y exige poco mantenimiento. Sus pocos enemigos pueden ser evitados por medio de métodos muy sencillos.

Los nopales se pueden plantar en torno a setos y en los alrededores de las viviendas, que protegen gracias a las espinas de sus hojas y frutos. Muchas de sus variedades se utilizan tanto para la alimentación como para la cría de insectos (cochinillas, especialmente para la producción de colorante).

La propagación de tunas

Los nopales se multiplican en general por esquejes en cualquier época del año, pero el período más adecuado es entre agosto y septiembre. Después de haber seccionado el tallo o cortado una rama (el cladodio), se necesitan dos o tres días para que la sección cicatrice bajo la acción del aire y el sol antes de la plantación. El tallo o el cladodio que servirá como esqueje debe tener una duración de vegetación de al menos dos años. Una rama cortada alcanza para permitir la multiplicación.

Técnicas de plantación

El nopal se cultiva en terrenos rocosos en los huecos de la roca volcánica o en suelos calcáreos algo limosos, pero puede morir si la humedad del terreno es constante. Por lo tanto, es necesario drenar el suelo a una profundidad de 90 cm y ararlo para arrancar las malezas. A continuación hay que plantar los esquejes verticalmente en grandes recipientes previamente llenados con tierra y fertilizante, hundiendo la parte seccionada en la tierra a una profundidad de 4 a 5 cm. La plantación se puede hacer en otoño o primavera. Luego de uno o dos meses, las plántulas deben colocarse en el suelo en un jardín. Para permitir el rápido crecimiento de las plantas hay que colocarlas espaciadas por 2,5 m como mínimo. También es necesario hacer montículos para sostener las plantas y estimular el rápido enraizamiento para aumentar la resistencia a las heladas. Después de dos años y medio asistiremos a una floración seguida por la aparición de los primeros frutos. A partir del sexto año, la planta da una abundante cantidad de frutas tan carnosas como deliciosas. Tenga en cuenta que la cosecha se realiza utilizando un pequeño cuchillo y afilado.

El mantenimiento del jardín

Aunque el nopal es ciertamente muy exigente, el mantenimiento regular del jardín contribuye al buen crecimiento de las plantas. En efecto, para permitir que la planta crezca normalmente hay que mantener la tierra limpia y rica. Las malas hierbas deben ser periódicamente removidas, y un suministro de materia orgánica u otro tipo de fertilizantes le será beneficioso. Cada año, las hojas o los tallos muertos deben ser cortados y desechadas para permitir que las plantas se beneficien de los efectos del sol y los vientos suaves. En cambio no es necesario regar las plantas, pero en caso de sequía importante se les puede dar agua de dos a tres veces por semana. Será indispensable podar la planta si algunas ramas impiden el paso entre las matas y con el objetivo conservar una altura máxima de tres metros. Se recomienda realizar la poda durante los meses de julio, agosto y septiembre, cuando hay que cortar las hojas y ramas desbordantes. Cuando las plantas alcancen los 20 años habrá que podarlas completamente para pasar a una fase de renovación.

Algunos consejos de jardinería

Para tener nopales en buenas condiciones y disfrutar de sus deliciosos frutos, debemos asegurarnos de que el suelo no esté demasiado húmedo para evitar que las plantas se pudran. Los tallos u hojas enfermos, por su lado, deben cortarse automáticamente. Por otra parte, los nopales también pueden ser atacados por enfermedades como el mildiu, que se manifiesta a través de ampollas y manchas marrones en las hojas y frutos. Para luchar contra esta enfermedad no queda más que cortar y quemar la planta afectada. Muy frecuente en regiones húmedas, la roya es otra enfermedad que ataca a las tunas, y se la distingue por la presencia de finas manchas de color amarillo que se propagan en forma circular sobre las hojas. Para evitar esto hay que rociar la planta con un líquido compuesto de agua y polvo de cobre. La mosca de la fruta, por su lado, ataca a las plantas y provoca una reducción importante de la producción, y se la puede combatir con insecticidas sintéticos. Por último, hay que esparcir aceite blanco sobre las plantas para alejar a las cochinillas, que en caso contrario pueden destruir toda la planta.

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Publicado en Suculentas por Alejo el 16 Aug 2011