Ricas en vitaminas y oligoelementos, las hojas de acedera y de espinacas son auténticas referencias en términos de hortalizas de alto valor nutritivo.  Se trata en ambos casos de plantas vivaces bastante rústicas, adaptadas al clima continental templado, de fácil mantenimiento y que pueden plantarse como plantas compañeras.  Escalonando la siembra y seleccionando la variedad adecuada, la acedera se puede cosechar durante 4 meses, y la espinaca durante casi todo el año.

La acedera y las espinacas son conocidas por sus virtudes nutritivas. Aquí encontrará algunos consejos sobre los métodos de cultivo, así como las técnicas de conservación de estas hortalizas de hoja.

Información general sobre la espinaca y la acedera

La acedera es una planta vivaz cultivada como hortaliza por sus hojas ricas en vitaminas, oligoelementos y hierro. Pertenece a la misma familia que el ruibarbo y el alforfón, Polygonaceae, y sus hojas tienen un sabor característico ácido y cítrico que recuerda al del limón. Se trata además de una especie muy rica en fibras, lo que la hace excelente para el tránsito intestinal. Sin embargo, a causa del ácido oxálico que contiene, su consumo está contraindicado para las personas que padezcan de reumatismo o cálculos. La espinaca es una planta parecida a la acedera en términos de técnicas de cultivo, y también es reconocida por la riqueza de sus hojas. Otra de sus características es que tiene la facultad de fijar el nitrógeno, lo que permite plantarla para ser utilizada como abono verde. La acedera y la espinaca pueden cultivarse como plantas compañeras en el marco de un cultivo asociado.

Cultura y mantenimiento de la acedera y la espinaca

La acedera se multiplica por siembra o por división de mata. La siembra se efectúa al comienzo de la primavera, de marzo a mayo. En las regiones de inviernos suaves se siembra directamente. En las regiones más frías, en cambio, se puede sembrar en semillero y efectuar un trasplante después, aunque es preferible la siembra directa para evitar los riesgos de trasplante. La utilización de un túnel de plástico transparente puede reemplazar con éxito la siembra en camas. Las líneas de siembra deben espaciarse de 30 a 35 cm; después del despunte, hay que esperar que las plantas alcancen 10 centímetros de altura antes de efectuar un aclareo, y sólo hay que conservar una planta cada 30 centímetros. Con respecto al terreno de cultivo, la acedera puede adaptarse a suelos pesados y arcillosos, aunque lo ideal es que se trate de una tierra suelta y rica. También es posible agregar compost descompuesto para enmendar el suelo de cultivo. Por otro lado, siendo exigente en lo que respecta a sus necesidades de agua, la acedera requiere un riego regular, sobre todo en período de calor y sequía. El acolchado o mulching puede ser una solución para reducir la frecuencia del riego y limitar la proliferación de plantas indeseables. Se recomienda un suministro de abono completo en la primavera, con el fin de optimizar el desarrollo de las matas.

Al igual que la acedera, la espinaca se siembra en líneas espaciadas de 30 centímetros. No requiere en cambio de tierra muy suelta: su poder de arraigo le permite en una tierra simplemente rastrillado. Se aconseja la utilización de un túnel de plástico durante la siembra y germinación, ya que la temperatura del suelo no deberá ser inferior a 5°C. El despunte sucede entre 6 y 10 días. El aclareo debe realizarse dejando 10 días después de la germinación, con el fin de crear espacios de 8 cm entre las plantas. Según la variedad, la espinaca puede sembrarse de febrero de octubre. Para la siembra de verano hay que cubrir la zona de cultivo con una fina capa de hierbas secas para prevenir la evaporación. Las semillas pueden mezclares con carbón de leña pulverizado antes de ser sembradas. Esto constituye un tratamiento preventivo eficaz contra la podredumbre de las plántulas. Como toda hortaliza de hoja, la espinaca requiere un suministro de abono nitrogenado para crecer bien. Se aconseja de todas formas utilizar compost o un abono más equilibrado, ya que un elevado nivel de nitratos en las hojas de espinaca genera la formación de nitritos, que son tóxicos. Como la acedera y la espinaca tienen las mismas necesidades, puede procederse fácilmente a un cultivo asociado alternando las líneas de plantación.

Cosecha de espinaca y acedera

Las hojas de acedera se cosechan de junio a septiembre, a medida de su crecimiento y de las necesidades de consumo. Idealmente, las hojas se recolectan cuando tienen un diámetro de 10 centímetros. Esta hortaliza debe consumirse en seguida y generalmente no se conserva, a riesgo de que se pierdan sus valores nutritivos. Sin embargo, si la cosecha es demasiado grande, las hojas de acedera pueden ser blanqueadas durante un minuto y congelarse. La espinaca, por su parte, es de crecimiento más rápido y puede cosecharse a partir de seis semanas después de la siembra. La recolección debe realizarse de manera escalonada, y las hojas se cosechan una a una, teniendo cuidado de respetar las más jóvenes del medio. Gracias a sus diversas variedades, la espinaca se puede cosechar todo el año.

Entradas relacionadas:

  1. El cultivo de la col: plantación y mantenimiento según un calendario específico
  2. La plantación, el cultivo y el mantenimiento de las hortalizas de raíz
  3. El cultivo de florecillas: consejos para su plantación y mantenimiento
  4. Plantación, mantenimiento y consejos para el cultivo de los diferentes tipos de tomates
  5. Consejos de plantación y mantenimiento para el cultivo de sagitarias

Publicado en Crear un huerto por Alejo el 17 Oct 2011