Perteneciente a la familia de las gramíneas, el bambú es una planta monocotiledónea de la que existen más de mil especies diferentes. Muy popular por sus hojas y por tallos cilíndricos, esta planta ornamental es adecuada para climas cálidos y templados. Sin embargo, algunas especies de bambú puede soportar climas rigurosos y temperaturas más bajas. El bambú está constituido de una parte cilíndrica o caña, y de un follaje cuyo color varía según la especie.

Existen alrededor de 1200 especies de bambú identificadas, que incluyen variedades enanas, medianas y gigante. Para crecer bien, estas plantas originarias de Asia necesitan principalmente agua y altas temperaturas. Algunos bambúes pueden adaptarse a climas más fríos y soportar temperaturas extremas de -20°C. Especies como la Pseudosasa japonica, la Phyllostachys bambusoides, la Phyllostachys nigra o bambú negro y la Phyllostachys nuda son muy resistentes. Gracias a sus hojas hermosas y a su talla elevada, los bambúes gigantes son plantas que permiten crear magníficos setos. Para alegrar los espacios verdes, es preferible optar por bambúes enanos. Con un mantenimiento regular, los bambúes se convertirán en hermosas plantas ornamentales de notable aspecto exótico. Sin embargo, estas plantas pueden ser muy invasivas.

La plantación de bambú

Los bambúes son capaces de adaptarse a suelos compactos y calcáreos, pero lo mejor es elegir un suelo fértil, húmedo y bien drenado. Si bien el calor es beneficioso para el bambú, esta planta no soporta las fuertes exposiciones al sol. En consecuencia, se recomienda plantarla en un sitio que no esté directamente expuesto a una luz excesiva. El trasplante o la plantación en tierra debe llevarse a cabo en la primavera o verano, para que pueda ser más resistente durante las primeras heladas. Para mejorar la tierra, se recomienda el uso de estiércol especialmente adaptado al el bambú. Antes de plantar el bambú, es esencial proceder a un riego abundante que se requiere para que las raíces se impregnen de agua; las raíces juegan un rol principal en el crecimiento y supervivencia de la planta, por lo que es de una gran importancia asegurarse de que estén intactas. Al plantar el bambú, el agujero debe ser lo suficientemente profundo como para que las raíces puedan estar suficientemente cubiertas. Después de agregar una pequeña porción de fertilizante y de apisonar la tierra, se debe regar de manera abundante, ya que el bambú precisa un suministro de agua bastante grande para prosperar. Para mantener un buen nivel de humedad, necesario para el crecimiento, se puede cubrir la tierra con hojas. La propagación del bambú puede hacerse por estaquillado, que debe realizarse desde el comienzo de la primavera, eligiendo rizomas pequeños de menos de tres años. Los esquejes deben plantarse en una tierra lo suficientemente húmeda para que puedan dar raíces. Sin embargo, este tipo de propagación es más adecuado para los bambúes cultivados en macetas. Para crear setos adicionales hay que extraer una pequeña mata de bambú, que se plantará en una tierra fértil y bien drenada.

El mantenimiento del bambú

El suelo debe ser cubierto con hojas, de modo que la humedad se mantenga en un nivel constante y que los bambúes jóvenes y pequeños crezcan adecuadamente. Cuando los bambúes estén suficientemente desarrollados esta operación ya no será necesaria, ya que el follaje será suficiente para dar sombra al suelo. Es útil proceder al riego con regularidad, especialmente para el caso de las plántulas, en verano. El suelo debe estar lo suficientemente drenado para evitar el estancamiento del agua. Los bambúes más bien grandes no requieren un riego frecuente suficiente, ya que sus raíces se extienden profundamente. Si los bambúes se vuelven invasivos hay que recurrir a las barreras anti-rizomas, que impiden que las plantas proliferen fuera del área de plantación. Es mejor privilegiar el estiércol y los abonos orgánicos para la fertilización de los bambúes, que por otra parte no requieren cuidados especiales pero deben ser protegidos del frío extremo. Por lo tanto, será más fácil preservar los bambúes de los elementos y mantenerlos de forma regular mediante la plantación en grandes contenedores. Estas plantas pueden ser replantadas y devueltas a la tierra. Sin embargo, estas operaciones no son necesarias para las especies adecuadas a los climas duros: los bambúes adaptados al clima templado son plantas resistentes al frío y las heladas.

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Publicado en Árboles exóticos por Alejo el 10 Jun 2011