El público en general no suele estar al tanto del hecho de que para obtener tomates de buen tamaño y color es necesario llevar a cabo un largo proceso de despunte (pellizco) de los tallos. En efecto, y de manera más precisa, la aplicación de esta técnica de cultivo requiere mucha atención, con el objetivo de guiar el desarrollo de la planta en el sentido de una producción limitada en cantidad pero de calidad.

Lo primero que hay que saber es que la operación consiste realmente en pellizcar (apretar entre el pulgar y el índice) los tallos a la altura de las partes de la planta que se desea eliminar. De esta forma hay que pellizcar o despuntar la yema para \”descabezar\” la planta, favorecer la división del tallo y evitar que la savia se malgaste a causa de la altura. De esta manera, estamos obligando a la planta a alimentar la aparición de las flores y el crecimiento de los frutos. Hay que hacer esto para todas las yemas axilares que tienden a aparecer en la base de las hojas principales. El desarrollo de estos embriones de hojas axilares puede volver más denso el follaje, arrojar sombra sobre los frutos existentes y malgastar la savia en la creación de las hojas a expensas de la fructificación. En general, no se suelen dejar más que cuatro o cinco ramos florales que una vez maduros podrán dar tomates de muy buen gusto y excelente tamaño, adecuado a las dimensiones comerciales. Sin embargo, y aunque se trate de una acción muy importante, el despunte no es el único cuidado a suministrar a la tomatera, que exige además otras operaciones de mantenimiento.

Las diferentes podas de tomateras de acuerdo a la variedad

El número de tallos conservados será lo que determine el número de frutos cosechados, ya que cuantos más tallos haya, más frutos obtendremos. En general, para los tomates de ciclo de crecimiento corto, habrá que proceder a una poda de la planta, a la que se habrá dejado un tallo principal. Para las plantaciones con tallos dobles, la planta debe ser descabezada a 20 cm para hacer que el tallo principal se divida en dos. De esta forma, todas las yemas axilares serán sistemáticamente despuntadas. Finalmente, para estos dos tallos provenientes de una misma planta, también se detiene el crecimiento a través del despunte o pellizco una vez que hayan producido cuatro botones florales cada una. Las variedades de tomate de gran tamaño deben despuntarse a 30 cm de alto para estimular el surgimiento y el crecimiento de 4 a 5 tallos secundarios, que serán conservados para la producción de frutos. Posteriormente habrá que detener el crecimiento de los tallos secundarios despuntándolos después de la producción del cuarto botón floral. Para estas variedades, se recomienda proceder al despunte con tijeras de podar, debido a la fortaleza de sus grandes tallos.

El rodrigonado del tomate

Ya desde la plantación hay que considerar en instalar, junto a cada planta, rodrigones que puedan sostener el tallo en toda su longitud y así soportar todo el peso de los frutos, que se espera sean muy grandes. La altura del rodrigonado dependerá del tipo de tomate cultivado: para las variedades de pequeño tamaño, los tutores deben ser de 50 centímetros de altura, y de 1,20 m para las más grandes.

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Publicado en Los tomates por Alejo el 12 Sep 2011