El tomillo y la salvia son parte de la familia de las lamiáceas o labiadas (Lamiaceae), al igual que la albahaca y el romero. Se los cultiva como hierbas aromáticas, pero también son plantas ornamentales. Algunas variedades de tomillo y salvia son buscadas por sus propiedades terapéuticas, mientras que otras se utilizan en la fabricación de cosméticos. Fáciles de cultivar, el tomillo y la salvia tienen bien merecido su lugar en el huerto.

El tomillo es una excelente planta compañera para los tomates, las patatas y las berenjenas, pero no se desarrolla bien cerca de orégano y mejorana. La salvia es una planta compañera ideal la col y el romero.

Cómo aprovechar los beneficios del tomillo

El tomillo es una planta perenne muy robusta que puede cultivarse como cobertura del suelo. Se desarrolla bien en un lugar soleado, sobre un suelo rocoso y bien drenado. Las diversas especies del género Thymus no soportan la humedad estancada, y para comenzar a cultivarlas se puede optar entre las plantas jóvenes disponibles en los comercios o la siembra. En cuanto a las plántulas, hay que plantarlas de octubre a marzo. Aunque el tomillo puede vivir muchos años, es recomendable desenterrar las plantas después de tres años, dividirlas y proceder a un trasplante para evitar que las hojas pierdan su sabor específico. Para el cultivo en interiores conviene utilizar una buena tierra compuestas de compost, calcáreo y arena. Nunca hay que regar mientras la tierra siga húmeda. Asegúrese de que el tomillo reciba un mínimo de cinco horas de sol diarias.

La germinación de las semillas debe realizarse al final del período de heladas severas, en abril y mayo, y puede llevarse a cabo directamente al aire libre en la tierra. Hay que cavar pequeñas zanjas poco profundas, colocar las semillas y luego cubrirlas con una mezcla de tierra y abono orgánico. La germinación tarda de dos a tres semanas. Luego del despunte se debe realizar un aclareo de las plántulas y dejar un ejemplar cada 30 cm. La recolección debe realizarse durante todo el año de acuerdo a sus deseos y necesidades, evitando dañar las ramas mediante el uso de unas tijeras de podar bien afiladas. Cada primavera hay que reducir la altura de la planta a la mitad para acelerar el nacimiento de nuevos brotes y aprovechar para enmendar el suelo con abonos orgánicos.

Saber apreciar las virtudes de la salvia

La salvia es una planta aromática conocida también por sus virtudes terapéuticas, y se desarrolla bien en un suelo ligero o incluso rocoso. Un buen drenaje del suelo es fundamental, ya que la salvia, como el tomillo, no soporta la humedad estancada. Si optamos por el cultivo a partir de la germinación de semillas, hay que hacerlo en primavera. Cuando el frío comience a irse será posible hacerlo directamente en el suelo y las semillas se deben plantar a menos de 5 mm de profundidad. La germinación no tarda más de cuatro semanas, y se deberá proceder al trasplante cuando las plántulas tengan cuatro hojas respetando una distancia de 50 cm entre cada planta. Cuando lleguen a los 15 cm habrá que descabezarlas para que se desarrollen a lo ancho. Las plantas jóvenes disponibles en los comercios, por su lado, deben plantarse en primavera. A continuación podremos elegir un lugar bien soleado, ya que el riego sólo está indicado en caso de sequía persistente. En el caso de un invierno particularmente crudo, será necesario colocar un acolchado. La primavera siguiente habrá que proceder a la poda para obtener hojas nuevas bien sabrosas.

El estaquillado es una operación bastante difícil para los jardineros aficionados, ya que las ramas se pudren muy fácilmente. Las estacas deben colocarse en una maceta con arena, a la que hay que agregar un poco de tierra. Posteriormente hay que plantar los ramos y luego instalar todo en un lugar con sombra. En el invierno siguiente, el estaquillado consistirá en colocar la maceta al abrigo de las heladas en un lugar fresco y seco. Es bueno saber también que es mejor utilizar el mismo sustrato para el cultivo de la salvia en interiores. No conviene colocar cualquier recipiente bajo la maceta (se corre el riesgo de producir humedad estancada), y el riego debe realizarse sólo cuando el sustrato esté seco. En el balcón o en exteriores, se puede cosechar la salvia todo el año, pero es especialmente recomendable en verano.

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Publicado en Plantas aromáticas por Alejo el 09 Aug 2011